Tampoco es lo mismo la suelta como alumno, en la que sales del cascarón y empiezas a volar solo, y descubres que todas las veces que has repetido las tomas y despegues ahora te llevan a volar en solitario, que el avión "vuela más" con una persona menos, que te concentras mil veces más en lo que haces porque sabes que no está el instructor al lado para quitarte los mandos si la cagas, probando a ir cada vez un poco más lejos, a volar con un poco más de térmica... que la suelta con, por ejemplo, tu primer avión en propiedad, cuando sabes que dejas de depender de alquilar el avión, que vas a poder hacer tus viajes a tu ritmo, la ilusión de tu primera máquina, comparable a ese tu primer coche o tu primera moto, que por muy vieja o fea que fuera para tí siempre será la mejor máquina del mundo, tu primer patín de cola... No es lo mismo soltar a alguien que va a seguir bajo tu instrucción que alguien que a un piloto que ya tiene la licencia... como cuenta muy bien Adrián en su blog.
Eso sí, todas suelen terminar de una forma muy parecida...
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